domingo, 26 de julio de 2009

Veo, capto, percibo, incorporo...

Dónde están todos mis pensamientos profundos? Andan dispersos en caminos que no son los propios, que no son los míos. Andan distraídos, confundidos.
Qué es esto de la percepción...? Cómo es el chiste de que de repente veo dos ventanas, luego miro de nuevo y hay tres...? Sé que mi mente completa la información faltante para que lo que recibe sea coherente, se inscriba en un marco en el que mi raciocinio le dé cabida, donde las cosas sean relativamente comprensibles, donde no varíen arbitrariamente. Donde las... fantasías, o realidades, que percibíamos con mi hermano cuando chicos ya no tengan cabida por no formar parte del mundo adulto real. Pero por qué a veces todavía falla y veo dos ventanas en lugar de tres?? Es acaso para que la pregunta no muera, para que termine de asumir que la visión de ciertas cosas que tenía cuando era chico era más fiel a lo que está del otro lado, que ésta que me supe construir como intento de adulto?
Insisto en preguntarme cotidianamente qué es lo real, y qué sentido tiene la necesidad de construcción de un marco inamovible en el que todo lo que me rodea ocupe su justo lugar. Cuán... adecuado, o posible, es eso, cuando tengo conciencia plena del hecho de que en un plumazo las cosas están, son, y luego al siguiente dejan de. Pero si no hay afán de construcción bajo algún criterio, entonces el ser es simplemente un devenir no consciente, un dejar que las cosas sean, sin sentido, sin pretensión, sin razón de ser en sí mismas. Se es, punto, de la misma manera que es una roca, o una bocanada de aire. Qué me diferencia de ellas, entonces? Acaso es mi capacidad de accionar sobre la realidad lo que me da sustancia, lo que me da ser? Qué papel cumple la conciencia? Su rol se limita, también, exclusivamente a ser y a no incidir en la realidad, no más que como lo hace una roca? Mi cultura discrepa con ese punto de vista y mi intuición se rebela, no termino de aceptar ni racional ni irracionalmente que entre una roca y yo no hay diferencia sustancia, y sin embargo esa misma visión cultural resulta insatisfactoria, en tanto se espera algo que nunca se obtiene, a saber, esa capacidad de prever ciertas cosas que casi por definición son impredecibles. Qué o quién soy, y cuál es mi papel en toda esta conjura? Ninguna de estas preguntas se puede responder aquí, ahora. A lo mejor sólo se pueden responder cuando no es necesario responderlas, pero entonces ya no tienen sentido como preguntas... luego, caigo otra vez en eso de que aquí simplemente... se deviene, y no hay idea a priori que fundamente ninguna construcción. Sin embargo algo en mí se rebela contra tal conclusión, siento la necesidad de construir, de crear. De confiar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario